El cielo se tiñe con un manto translúcido
Mis horas se esparcen junto al manto
Dejo entreabiertos mis ojos
Me sonríes, yo sigo sonriendo
Picas mis comisuras
Te sonrojas,
y te desarmas en una risa airosa
Cómplices, secuaces
Causantes de todo,
de nada culpables
En el aire,
nuestros dedos se reconocen
Juegan y se enriendan,
en un tacto tan sutil como inocente
El cielo se abre dejando al sol golpear
una lágrima rueda hasta mi oreja
dejo caer mis parpados
Despierto.
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