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miércoles

Curvatura

Sentí que mi cabeza viajó a la velocidad del sonido.
Esto me permitió, o me dejó en situación de, sacar a la luz algunas certezas que tenía tapadas, olvidadas, y de carácter trivial a primera mirada, pero elementales al prestarles atención.
No, no se me develó ninguna solución mágica, simplemente cerré los ojos e intente dejarme llevar por la doctrina que compartieron conmigo esa noche.
  • "Ser felices, hacer lo que nos haga felices, no entender a “la duda” o a “el frenarse a pensar” como quedar atrás, sin dar explicaciones a quién no corresponde o a quién no le interese nuestra felicidad, y sobre todo, compartir. Aprender a compartir esa felicidad. No se puede ser feliz estando aislado"

Si bien, esta es mi interpretación, o siendo más sincero, es hasta donde pude acompañar a mi contraparte oradora, encuentro sus palabras salpicadas de verdad por donde las mire.
Las cosas se pueden poner complicadas, pero al levantar la cabeza, tener una cruz del sur que nos impulse a continuar es de un valor inmensurable.

"¿Que necesitamos para ser felices? ¿Cómo llegamos a eso? ¿Cómo lo conseguimos?"
Hay frutos que no crecen en los árboles, que no se alimentan del aire y de la tierra. Algunos frutos crecen dentro nuestro, y la forma de impedir que se sequen es ser fieles a nosotros mismos, defender lo que nos importa, sea cual sea el caso.

En este momento tengo un deseo que hacer, que sean nuestros frutos quienes brillen en el cielo, que estos nos vayan acercando cada vez más a la felicidad, y que cada paso podamos compartirlo con quienes queremos.

Buena vida. Te agradezco mucho.

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