-Hacerse tiempo.
El mantra me arrastra, trepo y subo.
Antes de darme cuenta, ahí están las nubes. Todo cobra un leve sentido. La piel se tersa. La respiración se intensifica, y se entrecorta.
Anochece. Brillan estrellas granizando el cielo obscuro.
Y la luna brilla junto a ese barranco. Ya estuve aquí. Trepo un poco más.
Cuarto en velas, dorado resplandor contorna una mano extendida.
Naranja luz definitoria de todo lo que puede ser definido. Voraces luces amarillas de lo inconcluso. Blancos ecos armónicos vagando de sien a sien.
Fundidos en un collage ahora impenetrable.
Me alejo estando ahí. Dejo de ver.
Despierto.
Acaricio el teclado. Busco algunas palabras. Siento las yemas punzantes.
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