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martes

Ensueño, El Árbol

Estoy sobre pasto. A media distancia de un árbol seco.
Luz de atardecer, ámbar.
A un costado del árbol, mi derecha, un poco más cerca, está de pie una mujer de vestido lila, vestido copa, sencillo en la mitad superior.
Comienza a sentarse, no veo sobre que, a la altura de una silla. Mientras lo hace, el ángulo es engañoso, onírico. La copa del vestido se superpone con las ramas del árbol seco, y con el sol.
Las ramas se adueñan de la copa del vestido, y la tela se vuelve flores.
El árbol está vivo, es un jacarandá, lo reconozco.
La luz cambia, con colores intensos noto el cielo azul celeste, el pasto es como una gamuza verde brillante.
Veo a la mujer sentada, ahora su vestido acompaña sus piernas.
Noto "una masa de agua" a mi derecha, se extiende hasta los pies de la mujer, sin llegar a mojarlos.  No es una pileta, no puedo precisar si es un lago, pero es calmo en extremo, es un espejo de agua celeste.
Vuelvo la vista al árbol, la mujer se encuentra nuevamente de pie. Con la gracia de un movimiento natural, se pone en cuclillas y se impulsa en un salto recto como levitando o sobrevolando el agua.
Mientras avanza su pose es imperturbable, su pelo lacio también.
No distingo el color del vestido, sé que ya no es lila.
Me siento sorprendido y maravillado por lo que veo.
Salgo del sueño aún con la sensación de estar viendo algo espectacular.

Durante la noche entre el Sabado 24 y el Domingo 25 de Junio.

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